jueves, 6 de octubre de 2016

Comunicación Asertiva En Un Equipo Deportivo


Es innegable la cantidad de efectos positivos que se obtienen al trabajar en equipos en los que las palabras “alto rendimiento” cobran su verdadero sentido por la manera de labrar el camino hacia la meta, y no únicamente por los resultados conseguidos. El clima que se genera en estos grupos es excelente y muy saludable, y se cuida mucho que en la lucha por puntuar en el marcador no se atropellen una serie de valores fundamentales, cuidadosamente escogidos por el equipo, y con los que la mayoría de sus componentes se sienten comprometidos.
Esto no significa que ese mismo conjunto esté exento de dificultades o momentos de crisis, ni mucho menos. Lo que sucede y lo que marca la diferencia es que estos equipos toman las riendas de las situaciones a las que se ven expuestos, conducen su destino porque saben hacia dónde se dirigen, tienen clara su filosofía de vida y se enfrentan a las contrariedades para poder solventarlas lo antes posible, evitando de esta manera que las desavenencias o roces puedan llegar a pasar factura al bienestar general del vestuario.
Con frecuencia, cuando nos planteamos la idea de un equipo satisfecho, feliz, productivo y cohesionado elaboramos una imagen mental en la que no tienen cabida el conflicto o las dificultades. La realidad es que los contratiempos son inherentes a la vida y al juego, y que es nuestra capacidad de adaptabilidad y no nuestra tendencia a la búsqueda del estatismo lo que nos va a ayudar a evolucionar individual y colectivamente. En este sentido, la personalidad resistente favorece la acción, y ayuda a afrontar y superar situaciones de estrés.
Con frecuencia, cuando nos planteamos la idea de un equipo satisfecho, feliz, productivo y cohesionado elaboramos una imagen mental en la que no tienen cabida el conflicto o las dificultades. La realidad es que los contratiempos son inherentes a la vida y al juego, y que es nuestra capacidad de adaptabilidad y no nuestra tendencia a la búsqueda del estatismo lo que nos va a ayudar a evolucionar individual y colectivamente. En este sentido, la personalidad resistente favorece la acción, y ayuda a afrontar y superar situaciones de estrés.
En el terreno de juego la flexibilidad, la creatividad, la improvisación y capacidad de anticipación mandan buena parte de los 90 minutos de un partido de fútbol, y de ello deberíamos sacar importantes conclusiones para poder trasladarlas en la relación con nuestros compañeros también durante el resto del tiempo.Una importante cualidad que permite a los equipos explorar sus límites y manejar adecuadamente la gestión del liderazgo, es la asertividad. Gracias a la utilización de esta habilidad, se optimiza la comunicación en los equipos, puesto que las interacciones son eficientes, respetuosas, directas y bidireccionales. Se trata de cuidar las intervenciones que realizamos de manera que aporten sólida argumentación, constante mejora, y tanto crítica constructiva como refuerzo positivo.Una de las claves para ello es manejar el arte de la conversación para establecer esa conexión emocional que nos permita hablar con comodidad, franqueza y honestidad con el jugador, de manera que desde cada una de las partes se puedan exponer y aportar los puntos de vista y necesidades, para enriquecernos todos. Conocer los gustos e intereses personales de los componentes del equipo facilitará esta tarea.

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